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Predicaciones

" La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples." - Salmo 119:130

Una Nueva serie grabada en New York y Ecuador:

"La Bendición: El Sistema de Dios"

En Génesis 1 vemos el sistema de Dios en operación. Vemos cómo Dios opera. En el principio el Espíritu de Dios se movía pero no hubo creación hasta que Dios habló. La creación vino por la Palabra y por el Espíritu. Estas son las dos esencias creadoras. El Espíritu se refiere a SER y la Palabra obviamente se refiere a HABLAR. Así que en el Sistema de Dios, primero se ES y luego se HABLA.

Es por ello que he estado afirmando que la Fe no es una formula donde se repiten palabras sin la esencia de ser. No, la Fe es un Espíritu, donde ese Espíritu HABLA.

Estos dos elementos tan esenciales tienen que estar para que la Fe funcione. Primero se ES y luego se HABLA.

Primero Dios ES y luego Dios HABLA. Y cuando Dios habló no dio otra opción que el propósito de lo que quería. Dios no dijo, “Quizá sea la luz” o “Posiblemente haya luz”. No, Él dijo, “Luz sea”. No había otra opción que Su querer.

A esto es que me refiero como el Sistema de Dios. Dios opera de esta manera. Porque Dios ES, Él HABLA. Todo lo que Dios hace lo lleva a cabo de esta manera.

Y todo creyente, como Simiente de Dios, fue engendrado por el Espíritu y por la Palabra (Juan 3:5). Todos tenemos la Imagen y la Semejanza de Dios. La Imagen de Dios se refiere a SER y la Semejanza se refiere a HABLAR.

Gén. 1:26  Entonces dijo Dios:  Hagamos al hombre a nuestra imagen,  conforme a nuestra semejanza;  y SEÑOREE (dominio) en los peces del mar,  en las aves de los cielos,  en las bestias,  en toda la tierra,  y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

Ninguna otra criatura tenía esta realidad tan gloriosa, la Imagen y la Semejanza de Dios. Pero debido a la caída, esta realidad espiritual de identidad y funcionamiento del hombre se atrofio.

Gloria a Dios que Cristo vino para liberarnos de la esclavitud del pecado y para restaurar la Imagen y Semejanza de Dios en nosotros.

Nosotros vivimos según ese sistema de Dios. Vivimos según el Espíritu y según la Palabra. Es más fuimos renacidos por el Agua (Palabra) y por el Espíritu.

Juan 3:5  Respondió Jesús:  De cierto,  de cierto te digo,  que el que no naciere de AGUA Y DEL ESPÍRITU,  no puede entrar en el reino de Dios.

Nuestro futuro no descansa en servicio, en lo que tenemos o hacemos sino en lo que somos y hablamos. Somos HIJOS y como tal HABLAMOS.

Según Romanos 8:2, lo que nos libera de la ley del pecado y de la ley de la muerte es la ley del Espíritu de Vida. El Espíritu de Vida se refiere a SER. Es decir, lo que nos hace victorioso es porque SOMOS no porque HACEMOS o TENEMOS.

Dios nos creó a Su IMAGEN y nos bendijo. Es decir tenemos todas las características espirituales de Dios de señorear, de tener dominio.

Gén. 1:26  Entonces dijo Dios:  Hagamos al hombre a nuestra imagen,  conforme a nuestra semejanza;  y SEÑOREE (dominio) en los peces del mar,  en las aves de los cielos,  en las bestias,  en toda la tierra,  y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
27  Y creó Dios AL HOMBRE A SU IMAGEN,  A IMAGEN DE DIOS LO CREÓ;  varón y hembra los creó.
28  Y los BENDIJO Dios, y les dijo: FRUCTIFICAD Y MULTIPLICAOSLLENAD la tierra, y SOJUZGADLA, Y SEÑOREAD en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

Después que Dios creó al hombre, Él los bendijo. La última obra creadora de Dios fue la liberación de la fuerza de la bendición sobre el hombre. La Bendición es la mayor autoridad del universo. En esa bendición esta todo lo que necesitamos.

La Fuerza de Bendición fue el poder con el cual Dios creó todas las cosas. Y todo lo que Él creó lo hizo de tal modo que puede crear y multiplicar la vida. Esto lo vemos en el caso de una mujer embarazada. Esa vida en el vientre es una prueba del poder de la bendición.

Todo era vida y tenía que mantener la vida. Lo que Él creó lo hizo de tal manera que se sostiene y se multiplica. Es por ello que Dios dijo que había terminado porque la bendición que liberó sostenía y multiplicaba los seres vivos.

Dios bendijo al hombre con la misma fuerza que creó el universo porque fuimos hechos a su Imagen y Semejanza. Nosotros tenemos el mismo poder creador de Dios. Tenemos en nuestra boca el poder creador de nuestro propio destino.

Tú eres el profeta de tu propia vida. Tú fuiste creado a la Imagen de Dios. En tus palabras está tu destino.

Tus pensamientos o mentalidad determinan tus creencias y tus creencias determinan tus acciones. Y las acciones determinan los resultados. En muchos lugares no tenemos los resultados correctos porque no tienen la mentalidad correcta.

Así como piensa un hombre en su corazón así es él. Es decir, tu destino está determinado no por fuerzas externas ni circunstancias externas sino por la manera que piensas [ser] y por lo que dices [hablas].

Jesús lo pone de esta manera: Del corazón sale el destino. Lo que vamos a tener en la vida va a salir del corazón.

Mat. 12:34   ¡Generación de víboras!  ¿Cómo podéis hablar lo bueno,  siendo malos?  Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
35  El hombre bueno,  del buen tesoro del corazón saca buenas cosas;  y el hombre malo,  del mal tesoro saca malas cosas.
36  Mas yo os digo que de toda palabra OCIOSA [g692 – argós; inactivo, desempleado, inútil, desocupado, ocioso] que hablen los hombres,  de ella darán cuenta en el día del juicio.
37  Porque POR TUS PALABRAS SERÁS JUSTIFICADO,  Y POR TUS PALABRAS SERÁS CONDENADO.

Por lo tanto, la Vida Cristiana solo se puede vivir por medio del "Sistema de Dios". En otras palabras, fuimos llamados a SER y luego a HABLAR.

Nota: Esta serie será liberada al publico a partir de Abril 4, 2013

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